El control del peso en las tortugas de tierra: una de las mejores maneras de controlar su salud

Una tortuga de tierra bebé medio escondida
Una tortuga de tierra bebé medio escondida

Los animales en general, suelen ser mucho más duros que el ser humano. Muchas veces cuando nos percatamos de que algo no va bien, es cuando suele ser tarde y llevan con ese mal un tiempo. Y las tortugas de tierra lo son si cabe más.
Para cuando las tortugas muestran los síntomas de una enfermedad suelen llevar bastante con ella y su recuperación suele ser muy lenta. La mejor manera de evitar que nuestro animal pase por este sufrimiento y los costes veterinarios asociados a un largo tratamiento, es llevar un seguimiento rutinario de su salud, haciendo comprobaciones de tanto en tanto.

Pero ojo, que necesitemos tenerlas controladas cada poco no implica andar manipulándolas todos los días. Un exceso de manejo puede provocarles estrés y que ello derive en que se desencadene una enfermedad latente o en una subida de los parásitos.

Las tortugas son animales que agradecen el dejarlas estar. Eso no implica que no se puedan manipular de vez en cuando, dales de comer o rascar el caparazón -sí, a muchas les gusta-. Pero a priori son animales que disfrutan de su espacio, incluso sin sus congéneres.

Por ello, la mejor manera de llevar un control de su salud es tener programado de tanto en tanto una revisión. Un buen ratio es una vez al mes. En esta inspección deberemos examinar a nuestros animales visualmente, para asegurarnos de que no tienen heridas. Si tienen acceso al exterior, de tanto en tanto mirar también entre las patas, la cola, la cabeza, es los huecos que pueda haber para asegurarnos de que no tienen garrapatas y finalmente pesarlos. Es muy importante llevar un registro del peso de nuestros animales. Anotando por supuesto la fecha y el nombre. De tal manera que a lo largo del tiempo podamos comprobar su evolución.

Es interesante también, aunque da más trabajo, digitalizar estos registros y crear una gráfica con ellos. Se puede hacer muy fácilmente en Word y con ello podremos tener un conocimiento más visual de la evolución de nuestros testudos. Sé que quizás estés pensado que hacer esto ya es demasiado. Pero de verdad que la gráfica, a lo largo de los años, te enseñará mucho sobre la evolución de tus tortugas de tierra. Descubrirás cómo en ciertas épocas ganan peso de repente, en otras se estancan... verás aquella que se ha quedado atrás. De verdad, a mí me parece muy interesante y no cuesta tanto trabajo. No hay porqué hacerlo de cada vez. Yo acumulo algunos registros y un día me pongo a la faena.
Una tortuga de tierra bebé siendo pesada en una bas de cocina
Tortuga bebé siendo pesada en una báscula de cocina

¿Y qué nos cuentan los registros del peso? ¿Cómo hay que interpretarlos?

Un registro del peso, como supondrás, no nos dice nada per se. Es un dato. Lo que nos cuenta es el conjunto de registros, la evolución a lo largo del tiempo. Por lo que hasta que no tengas algunos no te valdrá de mucho.

Por ello es importante una cierta regularidad. No tiene porqué ser exactamente con la frecuencia que he dicho. Establece tú tu frecuencia, tu método.

La evolución nos contará si ha ganado peso, si lo ha perdido o si está igual.

En función de eso valoraremos:

- Ha ganado peso: a priori es bueno. Una evolución ascendente en el peso es deseada. Pero ojo, lo deseado y lo que debemos buscar es un crecimiento continuo y moderado. Un crecimiento excesivo es tan indeseable como que no crezca.

No pasa nada si hay algún mes que no sube o un mes sube mucho. Lo reitero. Lo importante es el conjunto de los datos. No los datos aislados. La evolución. Tampoco deberemos preocuparnos si no todas crecen igual. De hecho es muy poco probable que lo hagan. Cada tortuga tiene su ritmo. Lo importante es que vayan creciendo y estén sanas.

- No crece: siento si soy pesado. Si un mes no crece no pasa nada. Si durante meses no crece -o lo hace muy poquito- deberemos sospechar. Por supuesto hay que mirar muchas cosas antes de entrar en pánico. Lo primero, ver qué época es. Evidentemente si está hibernando es normal que no crezca. O a veces en las épocas de prehibernación o si las tienes en exteriores y hace mucho calor -en esos casos puede que estiven-. 

Pero si no crees que haya un motivo por el que no esté creciendo, debes hacerle una revisión más exhaustiva y quizás tenerla en observación. Ver porqué puede no estar creciendo. Si tienes más tortugas puede que la estén acosando y no la dejen comer o cualquier otro motivo. Investiga.

- Está perdiendo peso: ya no es que no gane, sino que ha perdido peso. La pérdida de peso debe mirarse más con lupa que las otras dos. Si es una pérdida casi insignificante, pues podemos tomarlo como que no pierde peso. Pero si no es tan insignificante sí que debemos encontrar el porqué.

Si está en un proceso de hibernación, se suele considerar el 10% de pérdida de peso como el límite para despertarla. Por supuesto hay que ir viendo antes los motivos de esa pérdida y tratar de resolverlos para no llegar a ese punto. Pero si ya ha llegado a ese 10% deberemos despertar a nuestra tortuga y llevarla a un terrario o a algún sitio donde tengamos los parámetros controlados. Por supuesto, para despertarla de la hibernación deberemos hacerlo poco a poco. No se le puede someter a un cambio brusco de temperatura. El lugar a dónde llevemos a nuestra tortuga, una vez hecha la aclimatación, deberá tener luz UVB y un rango de temperatura óptimo. Además, sobretodo en estos casos de pérdida de peso durante la hibernación, suele ser recomendable darle unos baños de agua templada, para ayudar a nuestra tortuga a hidratarse.

Si es durante una época normal. No hace excesivo calor. No hace frío. No existe la posibilidad de que haya puesto huevos. Pues deberemos llevarla a la "UCI", alejada de otras tortugas. A un recinto donde tengamos los parámetros controlados y podamos tenerla en observación. Deberemos ver si orina, defeca -y si son normales-, si expulsa parásitos y por supuesto si come. Examinarla bien, asegurándonos que no tiene heridas ni parásitos externos, como las ya mencionadas garrapatas. En la "UCI" los pesajes deben ser más frecuentes, pero vuelvo a repetir, lo importante es la evolución. Si con todos los criterios controlados no conseguimos que gane peso, habrá que ir al veterinario.

Si conseguimos que remonte, deberemos mantenerla un tiempo. Tal y como dije se recuperan despacio. Y evidentemente buscar la causa que le hizo perder peso.

Por último, cabe mencionar, que las tortugas deben ser desparasitadas regularmente, pero siempre bajo prescripción veterinaria. En mi caso, por lo menos una vez al año, le llevo una muestra de heces para que las examinen. Por este proceso no suelen cobrar mucho y nos indicarán si es necesario desparasitar, contra qué y la dosis de medicamento que hay que usar.

Algunas pérdidas de peso o algunos estancamientos están relacionados con los parásitos internos. Es importante llevar una rutina de control todos los años, especialmente si están en recintos muy pequeños como puede ser los terrarios. Hay gente que opina que como las tortugas en su medio salvaje no se desparasitan, pues que en casa tampoco es necesario. He visto tortugas expulsar lombrices por la boca. En la naturaleza no viven en recintos tan pequeños. En sus heces hay huevos con los que se vuelven a infestar. No es un proceso natural que recorran una y otra vez el mismo espacio. Por ello, como el encierro al que están sometidas, por grande que podamos creer que es, es pequeño, no es natural, habrá que tratarlas de vez en cuando contra infestaciones que normalmente en la naturaleza no se darían.

Pese a todo. Las infestaciones de parásitos internos en la naturaleza sí se dan de vez en cuando, pese a la creencia general. Lo que sucede es que en la naturaleza esos animales tienden a morir. Y en la naturaleza no debemos intervenir, ya que es selección natural. Pero por supuesto, no debemos dejar morir a nuestras tortugas de tierra bajo el pretexto de que es "selección natural", entre otras cosas, porque no lo es.

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